Uno. Para que no esté solo, habrá que dar otro . Y después uno más. Ya puestos, que no acabe ahí la cosa. Así, enumerando cada uno de ellos, hasta llegar al millón. Puede ser un pasatiempo, también un reto físico, incluso un divertimento cualquiera. Incluso, una razón para conocer nuevos o viejos parajes, para salir de casa y atisbar otras fronteras dentro del mismo terreno. De ahí el nombre de esta guía: Barcelona en 1.000.000 de pasos.

http://www.elmundo.es/cataluna/2014/11/01/545509d6e2704e90368b457c.html