Desde que practico Marcha Nórdica, y contando que partía de cero, he tenido que ser un poco autodidacta, si bien al principio me empapé de todos los libros, revistas y páginas de Internet para conseguir el máximo rendimiento de mis caminatas. Las zapatillas deportivas han recorrido una larga ruta desde hace 20 años. Cada vez son mejores, y desde el subidón del running todas las marcas se han puesto las pilas y actualmente podemos encontrar variedad, calidad y diseño, de modo que puedes elegir entre infinidad de modelos y formas.

Existen zapatillas para todo el mundo, y necesitas dedicarle un poco de tiempo a la elección, sobre todo la primera vez. No necesitas un calzado caro, pero sí uno que se adapte a tu pie. Date tiempo, visita tiendas especializadas, explica tus características y déjate aconsejar. Yo siempre exijo a mis zapatillas que se ajusten bien al pie, una horma firme que deje mover los dedos y que cuenten con un buen sistema de amortiguación de gel, que me ofrece mayor flexibilidad y eficiencia en la pisada tanto en asfalto, cemento y aceras como en caminos y senderos de tierra.

Elementos para tener en cuenta para dar con unas zapatillas que te ayuden a convertirte en un gran caminante: amortiguación del talón, flexibilidad del antepié, parte anterior amplia, soporte del talón con perfil bajo, tacón ligeramente biselado, buen acolchado y una buena ventilación. Pero para asegurarte de que tus zapatillas encajan bien, debes tener en cuenta algo más acerca de tus pies. Existen 3 tipos de pisada: pronadora, supinadora  neutra. Con tu pie descalzo y húmedo, pisa sobre el suelo. En muchas tiendas de zapatillas te pueden hacer el control de tu pisada.