Las proteínas del huevo son un buen complemento para las verduras. Podemos tener un buen plato combinado de ambos en forma de tortilla, una gran variedad a nuestro alcance, fácil y rápida de cocinar. Las proteínas del huevo son las de mayor calidad de las de origen animal.  Se concentran principalmente en la clara, con cualidades antioxidantes, antimicrobianas y desintoxicantes. También encontraremos en el huevo vitaminas liposolubles como las A, D, E y vitaminas hidrosolubles del tipo B. Las tortillas son una buena forma de añadir verduras en la alimentación de los niños y toda la familia.

Ingredientes para 4 personas
2 calabacines
4 cebollas
6 huevos
Aceite de oliva virgen

Cómo hacerlo
Lava los calabacines y trocéalos con piel. Pela las cebollas y trocéalas. Pon 2 sartenes con aceite de oliva virgen; en una fríe a fuego medio la cebolla y en la otra el calabacín a fuego lento. Cuando estén freídos escúrrelos bien y resérvalos. En un bol de cerámica o cristal bate 6 huevos, verte la cebolla y el calabacín, remueve y deja reposar 10 minutos. Calienta en la sartén un poco de aceite, que cubra el fondo, y pásalo por las paredes.

Vierte la mezcla con huevo y ves girando la sartén para que vayan cuajando los huevos. Cuando la masa esté consistente, ayudado por un plato o un giratortillas, dale la vuelta. Sigue rotando la tortilla hasta que se quede cuajada al gusto. Tendrás un delicioso plato de verduras y proteínas. ¡Disfrútalo! Si sobra, fría está muy buena y es ideal para el verano.

 

– Esta receta forma parte del libro «No corras, camina»