Muy a menudo camino con mucha gente, ¿Con personas? -me pregunta Diógenes, a la vez que me responde- «Gente mucha, personas pocas» (Diógenes).

Posiblemente es una utopía vivir así, pero como reflexión, a mí me impactó liberarse de los deseos y reducir necesidades, una vida autosuficiente y natural sin dependencias sociales. Su palacio: una tinaja; sus posesiones: un bastón, un zurrón y un cuenco. Y lo que me impactó fue su famoso episodio con Alejandro Magno.Se presentó ante él y le dijo que podía pedirle cualquier cosa. Diógenes le exigió que se apartara, pues le tapaba la luz del sol. Qué fuerza, estaba ante el hombre más poderoso del mundo conocido en aquel momento. ¡Desinterés total! eligió desprenderse de todo para alcanzar el mayor grado de autenticidad, de verdad.

Caminando con Diógenes, es un camino revolucionario y provocador. Él motiva una peculiar visión del camino, anduvo descalzo tanto en invierno como en verano y como equipaje, un simple manto. Entrenaba su cuerpo para endurecerlo, rodando sobre arena ardiente, en invierno abrazando a estatuas heladas, o caminando descalzo sobre la nieve. De esta forma sostenía que había encontrado un camino más corto hacia la sabiduría, un atajo que Diógenes describió como «marcha a través del fuego y del hierro».

Las transformaciones que tengo en mi camino son de tal calado, que me llegan hasta el fondo de mi ser, de renovación y de transformación interior y me ayudan a atravesar con paz y confianza los tiempos de dudas e incertidumbres. «El movimiento se demuestra andando» sentenció Diógenes, cansado de una disputa filosófica en la que participaba y en la que se ponía en duda la verdadera esencia del movimiento. Cuando se negó ontológimente abandonó el lugar y la disputa… andando.

Los bastones del camino me facilitan hablar, mientras tengo algo que decir. El mundo se mueve alrededor, se mueve en medio del camino, en medio del viaje muchas palabras y frases vienen a mi mente. Muchas ideas, reflexiones y pensamientos. Han sido unos días intensos, con muchas emociones, en este caminar con Diógenes. Sigo avanzando, respiro profundo y continuo descubriendo la energía y fortaleza que me ilumina, me llena de gozo y enriquece mi alma… desde mi mejor yo.