Camino y camino, a ninguna parte muchas veces, con la única finalidad de sentir mis pasos, mi respiración, de sentirme vivo. Me emociono al recordar los versos de Antonio Machado:

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

El caminar me invita cada día a descubrir nuevos horizontes a través de nuevos paisajes, nuevas gentes, nuevas reflexiones. Intento no caer en los mismos errores, los caminos que recorrí quedan atrás, pero hay otros muchos por caminar, con la incertidumbre de lo que pasará. Recorro mi camino, vuelven los versos, «Caminante no hay camino, se hace camio al andar».

¿Qué aprendizaje he sacado de esos versos? Que gracias a un buen control emocional, la calma y la serenidad, se reduce mi ansiedad y angustia, aminora mi desesperación en determinados momentos; he aprendido que caminar es un potente reductor del estrés.

Más allá de la poesía, y gracias a las enseñanzas de algunos expertos, descubrí que existe en nuestro organismo una gran capacidad de liberar endorfinas, esos poderosos componentes químicos que tenemos en el cerebro cuya función es estimular la relajación y con ello el alivio del dolor físico y mental, la llamada hormona del bienestar. Desde el principio de mis caminatas notaba esa sensación, pero desconocía el porqué. Cuanto mayor es mi nivel de endorfinas, mayor es también la sensación de calma y bienestar. Asimismo aprendí que cuanto más controladas mantengo mi espalda y mis cervicales, más rápidamente entro en este estado de bienestar de pensamientos relajantes, positivos, con momentos para divagar y momentos para la creatividad.

¿Y qué favorece este control de la espalda? Mis inseparables bastones, que a través de su empuje me ayudan a mantener la espalda erguida y las cervicales alineadas. Con este erguimiento físico, yo sin saberlo, me llega el erguimiento emocional. Gracias a mi gran curiosidad sobre este tema, aprendí que en la columna vertebral se almacena todo, es la vía para el envío de información a los sistemas físicos, mentales, psíquicos y emocionales, de ahí la necesidad de cuidarla al máximo. Y en eso estoy. ¿Necesitas más motivaciones para ponerte a caminar?