Cómo caminar

La postura es importante. Hay que alinear el cuerpo pero mantenerlo relajado: orejas, hombros, caderas y tobillos deben trazar una línea vertical y la cintura debe estar horizontal. El buen
paso comienza con el apoyo en el talón seguido por la base del primer dedo y acabando en el dedo gordo. Es imprescindible un calzado adecuado, ligero y ventilado durante el buen tiempo y un
poco más cerrado en invierno. Los cordones no deben apretar los tobillos, salvo en terrenos difíciles de gran desnivel, para los que se tienen que cerrar un poco más. Para grandes caminatas, se puede experimentar con doble calcetín, para evitar rozaduras.

Es bueno caminar con un paso más corto de lo habitual y nunca bloquear las rodillas, que han de estar ligeramente dobladas. Para saber que estamos correctamente alineados, miramos hacia abajo y comprobamos que podemos ver los cordones de los zapatos y que, al andar, podemos hacer una extensión total de la pierna hacia atrás. Pecho hacia fuera, hombros altos, respiración alta pectoral, abdomen hacia dentro y fuerte. Los brazos se han de balancear sobre los costados y con una oscilación hacia atrás para crear un contrapeso respecto a la inclinación adelantada de la columna; las manos deben quedar con los dedos recogidos; los ojos nivelados y el mentón alineado, sin sacarlo.

 

Efectos positivos de mejora al ir con bastones

– Ayuda a tener conciencia del propio cuerpo.
Equilibrio entre cuerpo y mente.
Vitalidad. Mejor aporte de oxígeno.
– Se ejercita el 90% de la musculatura.
Mayor consumo de calorías y quema de grasas. Un 40% más según el Cooper Institut, de Dallas (Texas), alrededor de 400 calorías por hora.
Reduce peso.
Descarga y lubrica las articulaciones: cadera, rodillas, tobillos y planta del pie.
Fortalecimiento de espalda, hombros, pectorales y brazos.
– Nos mantiene jóvenes y elimina el estrés.
– Es gratificante, mejora la sexualidad.